Pico de Alba


Pico de Alba cara SO

Rampas previas a la cumbr
El domingo 18 de marzo, después de una pequeña nevada nocturna de cinco centímetros, vuelve a dejar la montaña excepcional. Y es que el valle de Benasque por la cara norte de las Maladetas-Aneto, tiene unas condiciones nivológicas excepcionales.

Este valle recoge las precipitaciones tanto de norte como de sur. Y aunque las precipitaciones han sido muy escasas, casi inexistentes, por la vertiente sur del Pirineo, este valle no ha dejado de estar blanco y ha mantenido grosores más que suficientes para la práctica del esquí de fondo y de travesía.
 
El día era soleado, aunque se acercaban nubes.  Partí de nuevo al Pico de Alba, creo que ya son once las veces que he subido a su cumbre... Subí directo por el primer tubo desde los Llanos. Realizando el flanqueo para encontrarme con el segundo tubo, me encontré con un numeroso grupo de esquiadores que iba también para Alba.
Primera cumbre de Alba

Ascendía rápido, me esperaban a bajo para comer y no quería llegar más tarde de las 14h. La traza estaba hecha y los esquís deslizaban fenomenalmente.

Pasado el Paderna me planté enseguida bajo la última pala del Pico de Alba, donde la temperatura bajó empicada y comenzó a nevar. La nieve estaba helada, por lo que me descalcé los esquís y me puse los crampones y seguí por la rampa clavando el piolet.

Cumbre principal Pico de Alba
Me encontré con un grupo numeroso de montañeros que se dirigían al Pico, los adelanté y después de ascender las últimas rampas heladas de la vertiente sur alcancé la cima trepando por una arista helada y algo comprometida. Desde la cumbre observé el paisaje y me quede quince minutos en solitario -la gente no quiso alcanzar la cumbre más alta-. Comencé el descenso y me encontré de nuevo con el grupo bajando por la canal.

Les adelanté de nuevo y al tocar unas rocas, una de ellas -se despegó del hielo- y comenzó a bajar con velocidad por la canal helada. Casi alcanza a dos montañeros!!! Pedí disculpas, pero me echaron en cara que iba bajando muy rápido y que eso ocasionó el desprendimiento...

Aunque era cierto que no bajaba lento, iba con mucho cuidado para no tirar nada, pero todos los que andamos frecuentemente por el monte sabemos que las piedras se mueven y que las montañas están "vivas" y que a pesar de tener precauciones, en ocasiones tiramos o caen piedras de forma natural...

Ninguno de los montañeros llevaba casco, cosa que les eché en cara, después de pegarme la bronca... Y es que el casco es una protección que no debemos olvidar, nos protege de cualquier piedra minúscula o pequeño golpe en el encéfalo, órgano vital y muy frágil que debemos proteger como un auténtico tesoro...

Maladetas occidenatales al fondo
La bajada muy disfrutona y rápida, gracias a la capa de nieve polvo recién caída.
Descenso canal Alba

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